Sobre el mar en calma
de extraños recuerdos se llena la tarde
se adivinan lejos en celajes rojos
rumores de antaño que esparce la brisa
la espiga de trigo
la hora pensativa
la dulce sonrisa
Tenues puntos blancos sobre el azul terso
reflejan el paso de gaviotas grises
de aleteos leves como las caricias
en su vuelo etéreo hacia el infinito
En la tarde mustia
bajo el árbol viejo de ramas desnudas
las hojas se doran con áurea caricia
del día que muere en suelo cubierto
por hojas ya muertas.
A la lumbre clara de horas pensativas
adioses extraños agitan entrañas
de dioses ceñudos que buscan espigas
con tallos esbeltos en la selva mágica.
Evocan nostalgias
el cielo que besa los campos desiertos
el trigo maduro
el polvo de oro que alumbra la fronda
las gaviotas grises
el azul inmenso.
Este post va dedicado con todo cariño a Nubecilla
Estoy como un tomate... Por fin una rosa para mi :)
Bonito poema ninio, y PRECIOSA rosa. Hoy marcho contenta a la cama, mientras escucho la canción. :p
Bettos. Gracias!!!!!!!!!!!!!!
Escrito por Nube | 2 de Junio de 2004 - 03:42 AMVaya vaya, mi niño yo si que me pondré celosa :P (es bromilla).
Pues como siempre, tienes cosas lindas que decir.
Besos.
Escrito por Nanni | 3 de Junio de 2004 - 05:40 AMJo, que bonito!!!
Escrito por Marta | 3 de Junio de 2004 - 02:58 PM